Redacciones sobre el viaje de convivencia Canfranc-Villanúa

El día 3 de abril salimos a las 7:30 en dirección a Canfranc. Todos los pronósticos del tiempo anunciaban  que iba a ser un día lluvioso y se cumplieron al 100%, no paró de llover en todo el día.

Como dice el refrán "a mal tiempo buena cara", todos íbamos provistos de chubasqueros y muchas ganas de pasarlo bien.
Nada más llegar, tras dos horas de viaje en autobús llegamos a Canfranc donde acompañados de nuestros profesores hicimos una visita a la estación.
Elisa (la guía) nos explicó que estábamos entrando por el paso de los "ricos". Fue una visita interesante donde pudimos ver un vídeo y aprendimos el uso que se la daba a la estación hace años.
Me llamó mucho la atención que por las vías de esta circularon 87,5 toneladas de oro nazi. Durante la II Guerra Mundial fue una zona frecuentada por los judíos exiliados y también por la Gestapo.  

Después de reponer fuerzas nos dirigimos a la Cueva de las Güixas donde también vimos un vídeo explicativo de la zona. La cueva me pareció impresionante, nuestro guía nos iba contando que estuvo habitada por los hombres de  Cromagnon, y también se usó como refugio en la Guerra Civil, además hay una leyenda que cuenta que allí se reunían las brujas del lugar.
Después de contemplar las estalactitas y las estalagmitas y de subir un montón de escalones para ver a los murciélagos, acabamos nuestra visita a la cueva y fuimos a comer a un bar. Comimos lo que habíamos traído de casa y emprendimos nuestro regreso a Zaragoza.
Pasamos un día genial a pesar de las inclemencias del tiempo.

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Comenzamos con un largo viaje a Canfranc para ver la Estación Internacional de Canfranc (1925-1970) La visita me gustó mucho aunque por dentro no era como me la imaginaba y hacía mucho frío.
Lo que más me impactó fue una anécdota que contó la guía sobre una familia judía en la 2ª Guerra Mundial que iban a salir de la estación y al padre le dio un infarto al ver a los nazis. En la actualidad la están restaurando.

Después de visitarla, el supuesto camino de Canfranc a Villanúa lo suspendimos a causa del mal tiempo, pero en cambio fuimos con el autobús cerca de la frontera, con unos paisajes nevados …
!Me hubiera gustado haber bajado!.

Luego en Villanúa fuimos al Centro de Interpretación Subterránea donde vimos una representación de las cuevas de las Güixas y también nos enseñaron una representación de las Cuevas de las Güixas y también nos enseñaron un vídeo de Collarada ( un pico situado en el Pirineo a 2885 metros). Seguidamente almorzamos y fuimos a ver las Cuevas de las Güixas. El paisaje era precioso. Al fin entramos, estaba todo muy oscuro y además estábamos chirriados; pero luego me sorprendió unas estalagtitas y estalagmitas gigantes. El guía también nos contó anécdotas: una fue de un Señor que le arrastró el agua de la cueva y desde entonces no ha vuelto a acercarse a ella.

Las cuevas fueron chulísimas pero me incomodó las escaleras, eran peldaños altos y estrechos. Comimos en un bar de Villanúa ya que estaba lloviendo. Fue el único sitio para refugiados. Después volvimos a Zaragoza, ya que el tiempo no nos permitió hacer más cosas.

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